Marketing en Internet

Para poder entender y aprovechar mejor el marketing en Internet es necesario conocer el embudo de conversión de nuestro producto, que generalmente tiene varias etapas.

1) Impresión de la creatividad.
Mostramos al navegante de la red el producto o servicio que ofrecemos. La persona que navega en Internet ve nuestra publicidad y tiene la opción de realizar la acción requerida u omitirla (en la mayoría de los casos es un click que llevará al sitio de destino).

2) Click en la creatividad.
En todos los casos de campañas de marketing de resultados, el objetivo de la creatividad es el click, ya estemos hablando de buscadores, e-mails o banners, la intención del publicista es que el usuario haga click y sea redireccionado a una página dentro del sitio de la marca.

3) Registro como usuario.
Una vez que el potencial cliente se encuentra dentro de la web, el objetivo es conocerlo y para esto, lo mejor es presentarle un formulario de inscripción para que adjunte sus datos y podamos asignarle un perfil de usuario. Conviene que el pliego no sea demasiado extenso para no intimidar al potencial cliente y que éste decida no continuar navegando en nuestro sitio. Es común encontrar opciones de inscripción en las que el e-mail y algunos datos personales son requeridos. Una vez conseguida ésta información del cliente, tendremos la chance de comunicarnos con él y hacerle ofrecimientos.

4) Intención de adquisición.
Al haber generado un interés en el potencial cliente y teniendo muestras del mismo, la intención de compra será el paso que tendremos que evaluar para poder hablar de un objetivo cumplido. Una intención de compra se percibe cuando el probable comprador ingresa un determinado método de pago al sitio de la marca e intenta obtener el producto o servicio que se ofrece.
Existen varios motivos por los cuales esta intención puede ser frustrada y es aquí donde nuestro departamento de atención al cliente intentará guiar al individuo hasta convertirlo en un cliente real, feliz y satisfecho.

5) Adquisición.
No sólo hemos conseguido interesar a alguien con nuestra acción de marketing, sino que también lo hemos llevado al sitio.
Además lo hemos registrado como un potencial cliente.
Por si fuera poco, también ha intentado realizar una compra.
Las limitaciones de la Mercadotecnia en Internet pueden crear problemas tanto para compañías como para consumidores. Las conexiones lentas pueden provocar dificultades. Si las empresas colocan demasiada información en sus páginas web, los usuarios finales podrían encontrarse con dificultades a la hora de acceder a la página.